Amistades recientes

Nuestra primera conversación fue acerca de un asesinato, misterioso y en Manhattan, de doce hombres despiadados, del eterno dilema tener o no tener. Hablamos de los áticos, de los coreanos y el metro. Cuando llegamos a la última cuesta, se disculpó, a mí se me salían las sandalias y cuando di la charla me miró con rostro serio, con la mano bajo la nariz. Esa noche detrás del J&B se le cerraban los ojos.

Después de dos meses a través del móvil olía a té. Me prometió invitarme a un paseo entre libros donde atrapó garabatos con hojas en blanco y compró canciones encerradas en palabras.

PAN

Hoy una irlandesa ha dicho que en España comemos pan con todo, hasta con el arroz. Pero a ella no le gusta el "pan" español sino el "bread", el bread pero sólo de Irlanda, porque es más "brown" y redondo, redondo y mucho más "brown".

Me ha hecho gracia, un día tiene que ir a un pueblo para ver lo que es comer pan realmente. En el pueblo se compra una barra por persona al día, pero eso son "modernuras", lo realmente tradicional es una buena hogaza. Qué ricas las hogazas, poco prácticas pero muy ricas, nada de "slices", aquí buenos trozos, lo estoy viendo, grandes trozos cortados con una buena navaja, sosteniendo la hogaza a la altura del pecho y moviendo la navaja hacia tí.

En realidad me ha recordado a mi abuela, es la persona que más pan he visto comer, aunque más que por la cantidad, por las situaciones. Mi abuela echaba trozitos de pan en la sopa y trocitos de pan en el yogur y cuando me cocía huevo para cenar, me lo daba en una taza y le echaba muchos trocitos de pan. Cómo me gustaba coger la cucharilla y mezclar bien el huevo y el pan, qué rico, por mucho que ahora me digan que está "too sweet".

Su primer reloj

Qué pena que tan pequeño le pongan su primer grillete como esclavo del tiempo.

A partir de ahora e inexorablemente marcará el compás de su vida,

un continuo remar con cada golpe de manecilla.