miércoles, febrero 28, 2007

Ocupada, preocupada o tal vez disfrutada...

Cuando era pequeña tenía unos libros muy chulos que iban sobre aventuras en selvas y traían una lupa mágica. Eran de esos libros contados como si tú fueras el protagonista y en los que se podía escoger por dónde seguir la historia. En el caso de mis libros, la lupa ayudaba a encontrar pistas ocultas en las ilustraciones que te permitían tomar decisiones más fundamentadas y así llegar a un final u otro.

Andrés, tu frase sugiere tres finales distintos (¿o quizás no tan incompatibles?), desafortunadamente no tengo lupas mágicas pero sí la ilustración... ¿a qué final llega cada uno?