Envidia
No se apiadan de tus dificultades, sino que celebran secretamente otras caídas en la mediocridad. Cuando tu trabajo se vea justamente recompensado serán los primeros en disfrazar tu reconocimiento de mezquindad.
Tiene palomas amarillas adentro de su noble cráneo, estas palomas le circulan durmiendo en el anfiteatro de su palomar cerebelo, y luego el ibis escarlata pasea sobre su frente una ballesta ensangrentada. (Pablo Neruda)